FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
El 30 de agosto de 1980, un millón y
medio de libros fueron arrojados a un pozo donde ardieron durante tres días.
Esta fue la quema de libros más grande que conoce la historia de nuestro país,
se produjo durante el “Proceso de Reorganización Nacional” y, aunque fue la más
importante, no fue la única.
Sin dejar de lado los terribles hechos
llevados a cabo por el terrorismo de estado en nuestro país como la
desaparición forzada de personas y violación de derechos humanos, también debemos
recordar todas las políticas que destruyeron la cultura nacional, la
desaparición y sustitución de parte de la producción literaria de la época que
ellos consideraban “de contenido Marxista y Subversivo” o que fuera en contra
del “Estado, la Religión
o la Familia”, medidas que alcanzaron al libro, la palabra y la imagen (música,
cine, pintura, etc.)
El 30 de agosto de 1980 en un baldío de
Sarandí, se produjo la mayor quema de libros en nuestro país, destruyendo así
una parte importante de nuestra cultura, un millón y medio de libros del Centro
Editor de America Latina fundado por Boris Spivacow fueron incendiados, pero
este solo fue un paso en el plan de eliminación de todo pensamiento contrario a
los intereses de la dictadura gobernante de la época.
También debemos recordar la intervención
de la Biblioteca
Popular Constancio C. Vigil, institución que contaba con 70.000
libros, entre los que se encontraban en circulación y en depósito. El 25 de
febrero de 1977 fue intervenida, los miembros de la Comisión Directiva
fueron detenidos, el control de préstamos de libros utilizado para la
investigación de los socios y miles de libros fueron quemados.
El año anterior, el 29 de abril de 1976,
Luciano Benjamin Menendez ordenó una quema colectiva de libros en el Regimiento
de Infantería Aerotransportada de Córdoba, allí ardió una montaña de libros.
Menendez en un comunicado expresaba: “…a fin de que no quede ninguna parte de
estos libros, folletos, revistas… para que con este material no se siga
engañando a nuestros hijos…”, “…De la misma manera que destruimos por fuego la
documentación perniciosa que afecta al intelecto y nuestra manera de ser
cristiana, serán destruidos los enemigos del alma argentina”.
Nuestra ciudad no estuvo ajena a estos
hachos, el día 22 de febrero de 1977 el entonces Rector de la Universidad Nacional
de Río Cuarto Méd. Vet. Eduardo José Pesoa firmó la Resolución 0092 que
expresa: “Artículo 1°- Dar de baja del Patrimonio de la Universidad Nacional
de Río Cuarto (Área Biblioteca), toda la bibliografía cuyo detalle se agrega
como anexo I de la presente resolución.” . En el anexo I figuran libros
de autores como Lenin, Cusset, Scalabrini Ortiz, Peron, Felix Luna, Cooke, Silberstein,
Ratzer, Marx, Revista Aquí y Ahora, Revista Dinamis, Gambini, Troncoso, Ares
Somoza, Wolfe, Dobb, Lefebvre, Perroux, Bialet Masse, Osvaldo Bayer, entre
otros.
Para terminar es necesario advertir que
la censura seguida de la destrucción del material bibliográfico se dio en todo
nuestro país durante los años que duró la dictadura militar, sacando de
circulación permanentemente una gran cantidad de volúmenes por el contenido
ideológico de “izquierda” que poseían, sin embargo, el proceso permitió una
amplia y libre difusión de literatura nazi y antisemita lo que demuestra que la
censura organizada no se dio por tener un contenido en contra de la unión
nacional y solo se da por contener un pensamiento diferente al régimen militar
que gobernaba.
No es fácil saber exactamente la
cantidad y cuales son los libros destruidos en esta época oscura de la Argentina,
aunque se puede hacer referencia a algunos autores como Trotsky, Ernesto
Guevara, Marx, Fidel Castro, Perón, Mao, Tse Tung, Enrique Medina, entre otros
tantos. Y si sumamos a esto la persecución y desaparición de artistas,
intelectuales, docentes y alumnos, así como despidos e inhabilitaciones a
maestros se puede observar una clara destrucción de la cultura en nuestro país.
Por estas razones expuestas, solicitamos la aprobación del presente proyecto de
resolución:
EL CONCEJO
DELIBERANTE DE LA CIUDAD DE
RÍO CUARTO
RESUELVE
Artículo 1ª: Instituyese el día 30 de agosto “DÍA MUNICIPAL DE LA
CULTURA EN SU EXPRESIÓN ESCRITA", como forma de revalidar el valor del
texto escrito y repudiar la mayor quema de libros ocurrida en nuestro país en
el año 1980.
Artículo 2ª: Dispóngase a través de la subsecretaria de Cultura de
la Municipalidad los medios para generar actividades vinculadas con la cultura
en su expresión escrita en este día en los años venideros.
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