A 16 años de la desaparición física del compañero Guillermo
Estevez Boero y para todos los que elegimos con orgullo seguir su camino,
quisiera tomarme unos minutos para recordar a quien fuera un maestro, tanto en
la política como en la vida.
También aprovecho para compartir con ustedes las siguientes 10
lecciones que nos dejó Guillermo, las cuales nos dan una idea de su
pensamiento pero principalmente nos indican un camino a seguir:
1.El hilo
conductor de nuestro pensamiento es el hombre y el
objetivo, la transformación de la sociedad. Guillermo fue un profundo humanista, pensaba al mundo en función del hombre, de su dignidad, de sus derechos. Y abogaba permanentemente por el cambio hacia una sociedad más justa y más equitativa. Más igualdad, más solidaridad, más participación para ayudar a los hombres y mujeres a transformarse a sí mismos, para él, el horizonte de la transformación siempre estuvo signado por esos valores. Hoy el mundo cambia a un ritmo acelerado, pero tenemos que tener presente que mientras todo cambia, los valores permanecen. Esos mismos valores que animaron la vida de Guillermo son los que tienen que animarnos cada día, porque es a través de ellos que los socialistas vemos el mundo.
objetivo, la transformación de la sociedad. Guillermo fue un profundo humanista, pensaba al mundo en función del hombre, de su dignidad, de sus derechos. Y abogaba permanentemente por el cambio hacia una sociedad más justa y más equitativa. Más igualdad, más solidaridad, más participación para ayudar a los hombres y mujeres a transformarse a sí mismos, para él, el horizonte de la transformación siempre estuvo signado por esos valores. Hoy el mundo cambia a un ritmo acelerado, pero tenemos que tener presente que mientras todo cambia, los valores permanecen. Esos mismos valores que animaron la vida de Guillermo son los que tienen que animarnos cada día, porque es a través de ellos que los socialistas vemos el mundo.
2.Pensamos
para actuar, y actuamos para transformar. Para Guillermo, pensamiento y acción
eran una unidad dirigida hacia la transformación social. No había en él un afán
intelectual centrado en sí mismo, sino que -por el contrario- todos sus esfuerzos
analíticos siempre estuvieron encaminados hacia la acción política concreta.
Nos enseñó que la política es la acción transformadora sobre la realidad y que,
por tanto, debe estar tan alejada del pensamiento que no crea, como de la
acción que no se reflexiona.
3.El
análisis de cualquier problema debe comenzar por sus causas. Es un error frecuente en política
anteponer las consecuencias a las causas, porque las causas están primero.
Guillermo lo entendía así, y por eso iba siempre a los orígenes de las cosas,
se preguntaba siempre por las razones, mientras se ocupaba de los efectos
inmediatos. Era su metodología de trabajo. Tanto para enfrentar el obstáculo
más pequeño que se presentara en el centro de estudiantes o en la seccional,
como para abordar las grandes problemáticas de las sociedades contemporáneas,
la clave siempre la hallaba en empezar por el principio y preguntarse sobre el
por qué de las cosas.
4.El
camino se hace al andar, y el andar está condicionado por el tiempo y por el
espacio. La acción
política tiene sus propias coordenadas; se va construyendo a sí misma en un
tiempo y en un lugar determinado y, por tanto, no puede ser entendida por fuera
de ellos. Igual que en el fútbol, bajo las mismas reglas y con los mismos
jugadores, se juega distinto cada día y en cada cancha. Tenemos que tener muy
presente esto y, como Guillermo, comprender que las sociedades se mueven al
ritmo de procesos de maduración colectivos, que todo tiene su tiempo y su
lugar, y que la impaciencia siempre jega en contra.
5.Ningún
tema es demasiado pequeño, ningún tema es demasiado grande. Hay que abordar todos los temas, y
para eso tenemos que usar las fuentes más diversas. Recurrir a la Historia, a
la Sociología, a la Economía, a la Filosofía… Guillermo no dejó tema sin
abordar, y eso ebe servir de guía e inspiración a cada militante. Más allá de
aquello en lo que nos especialicemos, la mirada política siempre debe ser una
mirada integral y, por lo tanto, el estudio debe ser en el mismo sentido.
6.La
militancia no es una parte de la vida, es una posición ante la vida. En cada actividad, en cada
conversación, en cada gesto, nos enseñó que la visión política en la que
creemos se vive diariamente, y se transmite con cada actitud y en cada palabra.
Guillermo era un constructor sin descanso, y ese es el espejo en el cual debe
reflejarse cada militante socialista.
7.El
socialismo es trabajo. Un
socialista trabaja, así de simple. Y además hace política. Eso nos enseñaron
las puertas abiertas del estudio jurídico de Guillermo, y eso nos han enseñado
a través de los años cientos y cientos de compañeros y compañeras. Tenemos que
saber que mientras las responsabilidades de gobierno y de conducción son
siempre pasajeras, nuestro vínculo con el mundo del trabajo y de la producción
debe ser real y permanente.
8.No hay
que creérsela. Está
claro que no lo dijo así, ¿no? ¡Pero lo dijo con sus palabras y con sus
acciones de todos los días! La humildad fue una de sus virtudes fundamentales
que hoy los socialistas, en nuestras responsabilidades de gobierno local y
provincial, estamos obligados a redoblar.
provincial, estamos obligados a redoblar.
9.Hay que
abrir espacios para los que nos siguen. Guillermo tuvo una generosidad
infinita para formarnos: no temía que supiéramos más, QUERÍA que supiéramos
más. Tengamos hoy la misma generosidad con los que nos siguen, con la juventud,
porque el tiempo avanza muy rápido y en menos de lo que creemos habrá otros y
otras, con un nuevo entusiasmo, que nos ayudarán a levantar las banderas de
siempre. Tenemos que formar socialistas mejores que nosotros, y no tener miedo
a que nos superen: al contrario, tenemos que trabajar para que nos superen.
10.Hereden
lo grande para poder construir, miren hacia arriba, que en la cumbre esta la
Nación. Su último
discurso en Amaicha del Valle nos señala la magnitud de los actuales desafíos.
Hoy sus palabras de aquel día asumen una actualidad sorprendente. Hoy, como
aquella tarde en Tucumán, hago propias sus palabras y los convoco a que sumemos
toda la energía posible, porque necesitamos absolutamente todo, y mucho más,
para poder construir el futuro que le está faltando a nuestra Nación.
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